viernes, 28 de marzo de 2008


Puedo olvidar mis llaves en la cerradura, la tarjeta en el cajero(hace rato que no me pegaba un buen susto), mi tarea, tus libros, mi tristeza, mis presentimientos, puedo olvidar mis pies y la tierra y volar si así lo pides, el punto aquí es que nunca me olvido de vos.

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