
Ya que puedo oler tu transparente rutina,
tu gastado caminar por estas calles
el reclamo de mis manos
mi necesidad de ti,
ahora es cuando le doy la razón a aquellas viejas tardes
enmohecidas por tu ausencia,
inútiles al grado de pensarte,
cuando aún no te sabía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario